domingo, 26 de septiembre de 2010

046 CÁPSULA CIENCIA Y CONCIENCIA

EL ARTE DE LAS MENTIRAS SISTEMÁTICAS
Por Antonio Silva Tavera

image Dicen, y reitero que dicen, que político que no miente no es político. Que político que no engaña no avanza.
Lo anterior viene a colación debido a la situación general del país, de nuestro estado y, por supuesto, de nuestro municipio.
Hubo un escritor, el lingüista Noam Chomsky, gringo de nacimiento y judío de origen, que se le ocurrió escribir sobre la manipulación mediática. Esto es, la que se realiza a través de medios de comunicación como este que es la radio, o la televisión o la prensa escrita. Manipulación decía el buen Chomsky y se refería al uso más mal intencionado del término. Manipular, en ese sentido, significa en la práctica utilizar a conveniencia los medios de comunicación. Y los medios, en esta era del internet, son los mediáticos que son los que alcanzan o pueden alcanzar grandes cantidades de receptores al discurso o mensaje transmitido.
Este señor, el ilustre Chomsky, manifestaba claramente que la reina de sus así llamadas, diez estrategias mediáticas, era la estrategia de la distracción.
¿A qué se refería? Bien, él decía que el elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.
Además, sagazmente, agregaba que la estrategia de las distracciones es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales. Y cito textualmente “Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a la granja como los otros animales”.
Es, como lo decía otro genio perverso del mismo tema, “mentir mil veces hasta que sea verdad”.
¿Esto qué quiere decir ahora y aquí? Bien, pues que llanamente nos consideran menores de edad e incapaces de tomar decisiones y de dirimir entre un mal gobernante y uno bueno, si es que lo hubiera.
La sociedad en Valle de Santiago, refiero sociedad en su sentido original y más amplio, debe de tener elementos que le permitan exigir. Elementos que le manifiesten la realidad de lo que sucede. Saber a dónde debemos ir y cómo debemos de hacerlo es parte de la solución. Ya decidir con quién y el por qué es tema de análisis ulterior.
La crítica al sistema que nos gobierna y a los gobernantes mismos debe de pasar por una autocrítica seria. ¿Qué hago yo realmente por mejorar mi barrio, mi colonia o mi comunidad?
Han pasado ya doscientos años en que los mexicanos hemos decidido ser independientes y debemos de evitar las mentiras sistemáticas, comenzando por las nuestras. No nos vayamos a convertir en un país de cínicos.
Me despido en un, dos, tres:
Uno, la frase. “El principio de la vulgarización dice: Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar”.
Dos, la cifra. Según el conteo de 2005 en el municipio de Valle de Santiago viven 127, 945 habitantes, de ellos casi el 15% viven y sobreviven con menos del salario mínimo y sin panza llena no hay conciencia plena. Es por ello el éxito sublime y perfecto de duendes falsos.
Tres. Eso es todo. Ciencia y conciencia para un mejor mañana. Nos vemos el jueves próximo. Hasta ese entonces y gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario