LA POLICÍA ÚNICA NUEVAMENTE A DEBATE
En una cápsula transmitida el 8 de abril hablé sobre el tema de la organización de las policías locales y sobre si el mando debiera de ser estatal y único. Ahora, más de dos meses después, vuelve a estar como tema de debate la policía de mando único o concentrado a nivel estatal, pues en la reunión del gobierno federal con los 32 gobernantes de los estados y el D. F., en el seno de la llamada Conferencia Nacional de Gobernadores o CONAGO a principios de este mes, se aprobó, con la anuencia de 23 mandatarios estatales, el plan para eliminar a 2 mil 22 policías municipales y poner la seguridad pública bajo el mando de los estados. Corresponderá al ejecutivo de la nación mandar una propuesta sobre el tema al Congreso de la Unión para su eventual aprobación. La idea es que cada Estado tenga una Policía Única manteniendo lo relativo a vialidad y tránsito en el nivel municipal.
Ahora, a diferencia de la cápsula de hace dos meses, hay puntos adicionales que abonan a esta política. El primero es que en esta reunión de la CONAGO casi tres cuartas partes de los gobernadores aprobaron la creación de la Policía Única. Entre ellos hay gobernadores de extracción partidista disímil: panistas, priístas, etc. lo que prevé que la propuesta pueda caminar más fácilmente entre los grupos parlamentarios que componen el Congreso Federal, a quien finalmente le correspondería modificar la Constitución y legislar las leyes marco necesarias y una vez dado esto pasar al ámbito de los Congresos locales para que hicieran lo propio.
No es tema ahora de debate entre especialistas que esta medida beneficia sin duda a municipios pequeños, de 10 mil habitantes o menos, que no cuentan con una infraestructura administrativa en términos de seguridad o la que tienen es insuficiente pues según datos desprendidos de la misma CONAGO, hay muchos municipios que cuentan con una plantilla de menos de 10 policías por turno. Solo les recuerdo que más de la mitad de los municipios en México no tienen ni 15 mil habitantes.
Otra de las ventajas inobjetables es que con una Policía Única habría mayor coordinación, debido a que actualmente cada municipio responde solo a las necesidades de su territorio sin importarle los problemas que se tengan en un municipio vecino. Otra de las ventajas que señalan continuamente los que favorecen esta medida es que se tendría una fuerza mayor por la cantidad de elementos destinados a la prevención.
Las voces contrarias a la creación de una Policía Única manifiestan, entre otras objeciones, que los municipios perderán autonomía y reducirán la competencia que tienen en la conducción de los cuerpos de policía municipales. También se señalan dudas en la capacidad de respuesta inmediata y de que pudiera ser utilizada discrecionalmente por los gobernadores para favorecer a alcaldes de su partido o perjudicar a los alcaldes de partidos opositores. El temor es caer en una especie de “Policía del Gobernador”.
Ya ha comenzado el diálogo que sostendrán los 2 mil 439 alcaldes del país para debatir respecto a la homologación de las policías. Serán escuchados por los diputados y por un foro que organiza el Sistema Nacional de Seguridad Pública en agosto próximo. No obstante lo anterior, surgen voces populistas y electoreras que siguen considerando la consulta popular abierta. Igual que hace dos meses considero que no deja de ser peligroso que en temas técnicos y estratégicos de la seguridad pública se caiga en el absurdo de proponer consultas a la ciudadanía.
Sin embargo el punto más controversial se da en términos de autonomía. Hay quienes manifiestan su preocupación porque tal medida atentaría contra la autonomía municipal. Es importante que vuelva a señalar que la palabra autonomía referida a los municipios no aparece ni una sola vez en el texto constitucional federal y en el estatal solo se refiere a una autonomía en el gobierno interior. Dan ganas de comparar a la autonomía municipal con la autonomía de nuestros hijos cuando llegan a la mayoría de edad. Cuando cumplen 18 años creen ser independientes para poder salir sin permiso; creen ser tan autónomos como para decidir sobre todas sus cosas. Pero, y lo sabemos perfectamente, no lo son auténticamente sino cuando adquieren su autonomía financiera.
La pregunta obligada es ¿qué tanto puede esgrimir autonomía un municipio que depende en más del 70% de sus finanzas públicas, promedio nacional, de los programas, las participaciones y las aportaciones federales y estatales? ¿Qué tanta independencia real tienen si sus ingresos propios no suelen llegar ni al 30% de lo que se gastan y su esfuerzo recaudatorio está sujeto a posicionamientos políticos o electorales y no a razones técnicas y sociales?
Con todo respeto, al igual que hace dos meses, yo estoy de acuerdo en la creación de la policía única estatal.
Me despido en un, dos, tres:
Uno, la frase: Carlos Matus, economista chileno creador de la Planificación Estratégica Situacional aconsejaba “politicemos la técnica y tecnifiquemos la política”.
Dos. Lo invito a que visite en internet el sitio www.valledesantiago.org.mx y
Tres. Eso es todo. Ciencia y conciencia para un mejor mañana. Nos vemos el jueves próximo. Hasta ese entonces. Gracias.
