jueves, 15 de abril de 2010

025 CÁPSULA CIENCIA Y CONCIENCIA

15 DE ABRIL DE 2010



Se ha hablado y mucho en esta última semana sobre el tema del mercado municipal de Valle de Santiago. En el año 2005 hubo una propuesta para demoler el actual y erigir en su lugar uno nuevo. Este constaba de varias plantas y un estacionamiento subterráneo. El proyecto y su maqueta respectiva estuvieron expuestos en el edificio de la Presidencia Municipal.

Sin embargo, el proyecto no marchó debido a la oposición casi generalizada de los locatarios del mercado. Estos se oponían a las condiciones dadas por el ayuntamiento durante el periodo de construcción por considerarlas lesivas a sus intereses. Entre estas condiciones estaba, por supuesto, removerlos temporalmente de ahí, reubicándolos.

Al no llegarse a un acuerdo con los locatarios, el municipio decidió cambiar el objetivo de un préstamo, ya autorizado por el congreso del estado para ese fin, por 15 millones de pesos.

En ese entonces el Colegio de Arquitectos de Valle de Santiago, A. C., que presidía un servidor, inició un estudio relacionado a la factibilidad del proyecto. Esto era, analizar técnicamente la posibilidad de llevar a cabo exitosamente la construcción del mercado en las condiciones que pretendía el municipio.

Derivado de ese análisis técnico de factibilidad se observaron varias circunstancias que ahora mismo enumero:

1. Del sistema normativo de equipamiento urbano, que publica la SEDESOL federal, se derivaba que la cabecera y las comunidades que concurren a su comercio requerían, en una primera fase, no de uno sino de tres mercados municipales, incluido el actual;

2. Que dichos mercados deberían de estar ubicados en zonas en donde pudieran captar, con la facilidad de la cercanía y del transporte, amplias zonas de población municipal en un rango de 750 a 1,000 m y en la dotación regional en un rango de 15 km ó 30 minutos (recordemos que según el Conteo de Población y vivienda había 62, 121 habitantes en el 2005 en la cabecera municipal);

3. Que los mercados propuestos deberían de ser considerados dentro del rango llamado de mercados de barrio, esto es, no mayores a 130 locales comerciales, esto en un solo turno de trabajo como suelen operar nuestros mercados;

4. Que los mercados públicos urbanos deberían de ubicarse en zonas de uso habitacional pues son a sus pobladores a quienes principalmente debe de satisfacerse la necesidad;

5. Que los mercados llamados de barrio que se proponían posibilitaban enormemente la compatibilidad con otros equipamientos urbanos;

6. Que dicha propuesta quitaba mucho de la presión que tiene el centro histórico, con problemas de seguridad pública, de colapsamiento de servicios eléctricos, de suministro de agua, de drenaje, de vialidad y del ostensible hacinamiento en general. Con la disminución de los riesgos por tanques de gas obsoletos y de enfermedades infecciosas dadas las condiciones de poca salubridad imperantes; y

7. Que dicha medida debería de considerar no solo a los locatarios del mercado actual, sino a posibles futuros locatarios y a los usuarios. Usuarios como ustedes y yo estimados radioyentes.

Así, la propuesta del Colegio de Arquitectos local era básicamente en dos frentes:

Primero. Ubicar, mediante estudios urbanísticos-sociales, los espacios para construir dos mercados nuevos; y

Segundo. Rehabilitar el mercado actual.

La propuesta del mercado que tenían las autoridades no consideraba ninguno de los puntos anteriores, pues empeoraba las condiciones aún y con una edificación nueva. Partimos de un hecho inobjetable: tarde o temprano se tendrá que desconcentrar el mercado municipal y reordenarse.

Me despido en un, dos, tres:

Uno, la frase: Madison sentenció, Si los hombres fueran ángeles ningún gobierno sería necesario.

Dos. Lo invitamos a que lea el blog de estas cápsulas en valledesantiago20.blogspot.com y a que visite www.valledesantiago.org.mx y

Tres. Eso es todo. Ciencia y conciencia para un mejor mañana. Nos vemos el jueves próximo. Hasta ese entonces. Gracias.