viernes, 18 de marzo de 2011

068 CÁPSULA CIENCIA Y CONCIENCIA

EL PETRÓLEO Y EL SENTIMIENTO Por Antonio Silva Tavera
image
En un día como hoy, 18 de marzo pero de 1938, el presidente Lázaro Cárdenas decretó la expropiación petrolera. En ese entonces el petróleo mexicano estaba en manos de compañías extranjeras que con mucha frecuencia se mostraban prepotentes a sujetarse con lo que señalaban las leyes mexicanas en materia de derechos laborales, en pago de impuestos y, en general, en acatar las normativas que la nación les obligaba, pues aducían estar al cobijo y protección de las leyes de sus países de origen.
Situémonos en aquella época y recordemos que muy pronto, el 1 de septiembre del año siguiente, empezaría la segunda guerra mundial y las potencias más importantes del mundo, ya estaban preparándose ante el inminente conflicto y por ello requerirían del petróleo para mantener a su industria bélica marchando.
Enfrentado a la soberbia de las empresas extranjeras dueñas del petróleo mexicano, el gobierno de la república trató de mediar cuando estalló una huelga general de los trabajadores petroleros. Fue entonces, cuando el presidente Lázaro Cárdenas les solicitó a las empresas extranjeras, principalmente gringas e inglesas, el pago de 26 millones de pesos como una garantía para que se pudiera levantar la huelga, uno de los dueños de una de las citadas compañías preguntó "¿Y quién lo garantiza?". "El Presidente de la República" contestó Lázaro Cárdenas, a lo cual el dueño respondió con cierto desdén "¿Usted?". Dicen testigos presenciales, que muy irritado Lázaro Cárdenas dio por terminadas las pláticas.
Un sentimiento terminó haciendo que Cárdenas, con la fuerza de la razón jurídica que le dieron las leyes de expropiación y el artículo 27 de la CPEUM y la oportunidad que le brindaba la coyuntura histórica que hacía que las primeras potencias mundiales estuvieran preparándose para el inminente estallido de la Segunda Guerra Mundial no permitiéndoles distraerse en otros posibles conflictos, terminara declarando la expropiación petrolera que hoy celebramos.
Un sentimiento como el que este ejemplo ilustra puede ser el inicio de una buena razón. Pero, será “buena razón”, solo si ésta es encauzada finalmente, por los caminos de la realidad y la legalidad, más importante aún es esto último, cuando se está trabajando en la administración pública o se es líder político.
Todo lo anterior viene al caso, porque pareciera ser que se justifica hacer de todo cuando se cobijan las cosas con el hipócrita sentimiento de “ayudar a los más necesitados”.
Aunque tiene un principio filosófico y abreva en la ética pura conformando la razón social de ser del Estado, el ayudar a las clases más pobres -este sentimiento de buen origen- debe de venir arropado con razones legales y programas reales, si no se corre pronto el riesgo de caer en las buenas intenciones y, lo que es peor, desviando el objeto de la ayuda y convirtiendo la necesidad social en tema estratégico-electoral ¿A quién le interesa más mantener en la pobreza a su gente sino es al líder que vive de “ayudar” a los pobres?
En los municipios se suelen hacer políticas públicas ineficientes para “ayudar a los más necesitados”, como prediales bajos o tarifas de agua potable mínimas, de los que terminan siendo los principales beneficiarios las clases más ricas. Porque se benefician más de un predial bajo los que más propiedades tienen y porque se favorecen los más ricos de la sociedad con tarifas de agua más baratas pues son quienes más consumen.
Así, de esta manera, no se puede convertir ese buen sentimiento en bien común útil y que realmente llegue a quienes más lo necesitan.
Concluyo comentando que esta fecha representa un excelente motivo de reflexión para saber hasta dónde un sentimiento de ira y enojo, como los que tuvo Lázaro Cárdenas, pueden convertirse en algo tan importante y trascendente como la expropiación petrolera, siempre que ese sentimiento sea conducido por las rutas de la legalidad y dentro de lo razonable y justo.
Me despido en un, dos, tres:
Uno, la frase. Uno de los fundamentos más importantes de la neurociencia nos enseña que el principio y el fin de todo razonamiento es un sentimiento. Por lo que todo razonamiento está influido por lo que sentimos.
Dos, la cifra. Curiosamente el 18 de marzo de 1938, también fue día viernes como hoy.
Tres. Eso es todo. Ciencia y conciencia para un mejor mañana. Nos vemos el viernes próximo. Hasta ese entonces y gracias.
 
Sígueme en:
Twitter
http://twitter.com/antoniosilva61
Facebook http://www.facebook.com/antonio.silvatavera
Web www.valledesantiago.org.mx/autoria.html
Radio Todos los viernes en el Noticiero Valles y Crestas del 810 de AM (19:00 a 19:30)