jueves, 10 de junio de 2010

032 CÁPSULA CIENCIA Y CONCIENCIA

10 DE JUNIO DE 2010
MÉXICO Y EL MUNDIAL DE FÚTBOL
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El mundial de futbol en Sudáfrica ocupa todos los reflectores en estos días, más aún cuando a la selección mexicana le toca jugar el partido inaugural contra la selección del país anfitrión.
Los cubanos tienen una frase, quizás un poco excesiva, pero muy intensa al decir que “el deporte es una forma superior de cultura”. Y es que el deporte ahora mismo ocupa un sitio importante en las políticas de salud de los gobiernos debido al problema grave del sobrepeso que afecta a gran parte de la población mexicana.
No cabe duda que en el gusto deportivo de los mexicanos ocupa un lugar preponderante el futbol.
De la encuesta levantada por Consulta Mitofsky a mediados de mayo sobre las “Expectativas rumbo a la copa mundial de futbol Sudáfrica 2010” se desprenden cifras interesantes. A pesar de que en el mundial de Alemania 2006 había un 70% de mexicanos que opinaban que la selección nacional haría un buen papel contra el 62% actual, el interés por seguir a nuestro equipo se ha incrementado. Y todavía el 9% piensa, en un acto de fe conmovedora, que México puede ser el campeón de esa justa. Y atención, ese porcentaje se concentra principalmente en nuestra zona del Bajío.
Por otra parte los mexicanos piensan que nuestro equipo ganará en la primera ronda dos partidos y empatará el restante; también señalan como el jugador más relevante al portugués Cristiano Ronaldo seguido por el argentino Leonel Messi y, de los mexicanos, al veterano Cuauhtémoc Blanco.
Además del México, Ra, Ra, Ra, nuestro país necesita proyectarse como lo que es, una gran nación. Pero en esa construcción sobresale el trabajo que pueda realizar el arquitecto o el paletero, el periodista o el vendedor ambulante; el abogado y el médico. Se trata de todos. Nadie puede aislarse de la responsabilidad de edificar una mejor nación, más próspera, ordenada y justa. Ni nadie puede ser excluido de esa labor.
El chiquitibum a la bimbombá va pegado a la responsabilidad democrática de todos nuestros gobiernos y a la participación de todos los ciudadanos que sepan y deban ser exigentes.
Es mucho México como para restringirlo a la euforia futbolera. Es mucho Guanajuato como para cerrarlo a una ilusión mundialista y es mucho Valle de Santiago como para aprisionarlo en una selección deportiva.
Disfrutemos el mundial de futbol pero sigamos al pendiente de nuestros problemas como nación. Que nos emocione la competencia deportiva pero no olvidemos que todos somos responsables, en mayor o menor grado, de lo que nos sucede como país.
Ah, y un dato adicional al respecto del mundial. A México le correspondió jugar el primer partido en copas del mundo de la historia y fue contra Francia, próxima rival de nuestra selección, en 1930 en Uruguay. Ese partido fue perdido y le tocó a la selección de México ser la primera selección derrotada.
Pero en 1962, en el mundial de Chile, México derrotó al equipo de Checoslovaquia 3 a 1, siendo la primera victoria mundialista de nuestro país y sobre una selección que a la postre terminó siendo la subcampeona del mundo.
Recientemente, nuestro equipo acaba de derrotar a Italia en un partido de preparación. Italia que es el actual campeón del mundo.
Si se puede. Realmente si se puede. Todo está en que nos decidamos. Empecemos por nuestro entorno, nuestro barrio, nuestra colonia y nuestra ciudad. Pero empecemos ya.
Me despido en un, dos, tres:
Uno, la frase. En el mundial de 1978 en Argentina, jugando México contra Alemania Pilar Reyes, que era el portero, salió lesionado cuando el partido iba tres a cero a favor de los germanos y entro a suplirlo Pedro Soto. Cuando acabó el partido Pilar Reyes le pregunta ¿cómo quedamos? y Pedro Soto le contesta eufórico “¡Empatamos compañero!”. Ante la incredulidad de Reyes, Soto le contesta: “Si, tres a ti y tres a mí”. El partido había concluido 6 a 0 a favor de los alemanes.
Dos. Lo invito a que visite el sitio www.valledesantiago.org.mx y
Tres. Eso es todo. Ciencia y conciencia para un mejor mañana. Nos vemos el jueves próximo. Hasta ese entonces. Gracias.