jueves, 14 de enero de 2010

017 CÁPSULA CIENCIA Y CONCIENCIA

14 de enero de 2010
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Sin duda alguna la celebración del bicentenario de la independencia y del centenario de la revolución mexicana en este 2010 han ocupado muchísimas páginas, tantas que es relevante analizar qué celebramos.
Valle de Santiago tuvo emotivos momentos en la independencia de México. La ruta de la Independencia que siguió el Ejército Insurgente en octubre de 1810 fue Silao, León, La Calera, Irapuato, Salamanca y Valle de Santiago. El cura Hidalgo pernoctó en una casa de lo que ahora es el portal Guerrero, casi enfrente de la entrada a la escuela Ausencio Alvarado, a unos pasos del cajero de la CFE. Albino García, uno de los guerrilleros más célebres del movimiento independentista tuvo su principal campo de acción en este municipio.
Por lo que respecta a la revolución mexicana, en 1882 mientras Valle de Santiago tenía un sector comercial importante el resto del estado de Guanajuato, en general, tenía una inclinación decididamente hacia las labores del campo.
El acaparamiento de tierras agrícolas encuentra una respuesta en Valle de Santiago: eran muy caras en comparación a las otras del estado porque además contaban con riego.
Hay gente estudiosa que afirma que en la revolución no tuvo mucha participación el campesinado guanajuatense pero mucho menos el vallense que ni siquiera tuvo tiendas de raya, un símbolo de la época del porfiriato.
El movimiento revolucionario no tuvo, ni con mucho, la fuerza que logró en el Morelos zapatista o en el Chihuahua villista. Hubo grupos aislados de combatientes pero jamás verdaderos protagonistas de la revolución mexicana.
La época de los revolucionarios se circunscribe a nombres temidos. Macario Silva y su Brigada, Gente de J. Inés Chávez y su villismo adulterado.
Ajeno a lo anterior, en el Valle de 1910 se construyó el actual portal independencia, que vino a completar la construcción del portal que popularmente se le llamaba el portal chiquito y en donde se ubica la casa de dos pisos del ex minero y nuevo terrateniente Pedro Baptista Lascurain de Retana y la casa, adefesio moderno, del ahora desaparecido sr. Diego Soto, también recientemente de dos niveles.
En ese entonces, hablamos de 1910, se erigió la torre del reloj de la parroquia de Santiago Apóstol por auspicio del sr. Don Refugio Aguilar cuya tumba, hecha de mármol italiano, se ubica en el panteón municipal original.
Este personaje, Don Refugio Aguilar, no tiene siquiera una sola calle que lo recuerde. Fue un hombre que de su bolsa sacó el dinero para construir la torre y colocar el reloj que actualmente vemos en nuestra parroquia principal. Ya se cumplió casi un siglo de su obra benefactora y aún no hay quien lo conmemore con agradecimiento.
Recientemente el actual gobierno municipal ha nombrado a cuatro personas que están instaladas para organizar y darle realce a estas celebraciones.
El gobierno local se ha olvidado de lo principal. Lo principal es la sociedad civil. Hay gente que tiene los méritos y las capacidades para estar en una especie de comité que le de verdadera luz a esta celebración que es de todos. Y cuando se dice de todos es que es de todos.
Esperemos que haya una rectificación y que el actual ayuntamiento encabezado por el sr. Fernando Arredondo se acuerde que hay personas valiosas dentro de la sociedad civil y las involucre en algo que no es de ahorita sino de siempre.
Yo concuerdo con lo que mencionaba José Manuel Lozano Fuentes quien decía, Todas las ciudades tienen dos historias: La verdadera y la oficial.
Eso es todo. Ciencia y conciencia para un mejor mañana. Nos vemos el jueves próximo. Hasta ese entonces.

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